Reservado el derecho de admisión
Existe una normativa que obliga a exponer este lema en un lugar visible en cualquier local público. Nadie se escandaliza. Deja a criterios arbitrarios, y siempre que no lleven a una discriminación por motivos de religión, sexo, raza o salud, la admisión. Valverde debe ser católico apostólico romano, esta casado con Ángela, es blanquito como sólo se puede ser en Murcia y por salud -¡ay, la salud!-, a pesar de que deja bolsas de sangre almacenadas en Madrid para posibles emergencias, se entiende para asuntos de movilidad reducida y similares. Y ya sabemos que Valverde no corre, vuela. Sin embargo, se siente discriminado porque el Tour no le quiere.
Al parecer, el Tour de Francia tiene una as en la manga por si Echavarri recurre al TAS, al CLAS o al Cajastur para alinear a su pupilo. Recordemos que este tribunal deportivo autorizó la salida de Astaná en el Tour 2006 a pesar de ser el equipo central de la Operación Puerto, y que finalmente no pudo competir por no poder alinear un mínimo de cinco corredores. El naipe de los franceses consiste en recurrir al Código Civil francés -ojo, estamos hablando de cosas mayores, nada menos que el código napoleónico que cambió el Derecho- donde existe un artículo que viene a decir lo mismo que el titular de hoy: reservado el derecho de admisión. Y por motivos que puedan perjudicar a la imagen de los organizadores.
La norma parece redactada ad-hoc. El Tour, que todavía se está recuperando del mazazo del positivo de Landis el año pasado, no puede permitir disputar la carrera a un corredor que no está en el sumario de la Operación Puerto por motivos oscuros y que se escapan al raciocinio más simple. Que ni el juez, ni la Guardia Civil ni la prensa española hayan sido capaces de decir que las siglas Valv. (Piti) corresponden a Valverde es un pesado lastre con el que tendrán que cargar toda su vida. Y bendito sea el Tour, que puede tomar decisiones independientes de la gran Operación Encubrimiento que ha rodeado a Contador, Valverde, Luis León Sánchez y otros tantos, como el desconocido Tonante.
Sin embargo, a pesar de que les asiste la razón, en el Tour hilan fino y prefieren no recurrir al derecho común para tomar su medida. Si pueden, presionarán por otras vías: L´Equipe como brazo armado con plumas y letras; a los patrocinadores; al propio corredor, como indica esta información. Por cierto, que nadie obvie la muy poco inocente foto del As...algunos medios ya están empezando a preparar la trinchera para el nuevo giro argumental, igual que Arribas el otro día en la medianoche diciendo que "Valverde no es completamente inocente" y dando por sentado que la bolsa número 18 le pertenece.
La vía para Valverde pasa por denunciar a los medios que han publicado la correspondencia, obvia a todas luces. No lo hará. No lo hará porque, para dilucidar quien tiene razón, el juez correspondiente tendría que mandar un análisis de ADN. Y Valverde sabe que la bolsa es suya. Lo sabe el murciano y lo saben todos los partícipes de la Operación Encubrimiento, que en mala hora dejaron colar el documento. A partir de ahí, la defensa ha sido variopinta: salir silbando al Tour, como si nada; decir que el documento es de 2004, y que probablemente la bolsa ya no existe; tras la prueba pericial ordenada por el juez, se sabe que la bolsa existe y que estaba a reventar de EPO, aunque ya sería dopaje solo porque estuviese llena de plasma murciano; y a partir de entonces, foguear al figura en carreras menores. El boicot anunciado de los equipos franceses y alemanes está ahí. Dicen que se producirá en el Dauphiné, la carrera en la que el murciano quiere repetir tras ir fugado el año pasado con Sevilla y Mayo, buenos compañeros.
Veremos. En todo caso, que Valverde no se ofusque. El "reservado el derecho de admisión" que le pretende aplicar el Tour de Francia es para velar por su salud. ¡Oh no, no por el hematocrito alto! ¡Qué va! Visto que en 2005 le salió una tendinitis y en 2006 se rompió la clavícula, su exclusión para 2007 es una medida profiláctica. Para que no se vuelva a hacer daño. Para que no siga haciendo daño su manera de exhibirse. Reservado el derecho de admisión: también se aplica para las mascotas. Para Piti, por ejemplo.
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